A nadie se le niega un vaso de agua

Levanto mi copa y brindo porque en Iquique tenemos la mejor agua de Chile

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2 de mayo de 2006

Iquique tiene bajos índices en calidad del agua

Nuevamente el tema del agua potable sale a la luz pública. Ahora es el turno del informe de la superintendencia del sector.

El simple acto de beber un vaso de agua puede convertirse en una ácida polémica. Al menos eso queda demostrado cada vez que surge un informe que pone en entredicho la calidad del agua que beben los iquiqueños.

En esta ocasión, el informe que despertó la atención fue el estudio que anualmente realiza la Superintendencia de Servicios Sanitarios, SISS, a las empresas del área.

El estudio de la SISS fue aplicado a las 19 empresas del sector que cubren 320 localidades en todo Chile. Aguas del Altiplano tiene 118.204 clientes repartidos en 9 localidades. Se analizaron seis ítemes sobre calidad del agua y del servicio que se entrega. En cada uno de ellos Aguas del Altiplano mostró cifras que estaban bajo el promedio e incluso en el último lugar.

La más llamativa fue el indicador de la calidad del Agua Potable. Seis sanitarias tuvieron 100 por ciento de cumplimiento. El promedio fue de 99,16 por ciento. Aguas del Altiplano se ubicó en el último lugar con 96,78 por ciento.

CONCEJAL

Para el concejal Vladislav Kuzmicic el informe entregado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios no le sorprende para nada. Sí le molesta que antes la autoridad sanitaria evaluaba en forma más completa este tema. «Era más completa y descriptiva para la población».

Afirma que los estudios de la calidad bacteriológica, versus la calidad físicoquímica no se están haciendo o no se dan a conocer. «Uno de los países más oscuros frente a la transparencia en este tema es Chile».

Kuzmicic afirma que existen estudios que la prevalencia de muertes por malformaciones congénitas no viables en recién nacidos es la más alta del país y que las muertes derivadas por leucemia, linfomas y patologías hepáticas también son altos. Asegura que estas cifras las maneja el ministerio de Salud y que no han analizado la relación existente entre estos decesos y el agua que toman los iquiqueños.

«Estas muertes están asociadas a otros elementos y no al arsénico. El cáncer pulmonar está asociado al envenenamiento por arsénico», afirma.

Kuzmicic sostiene que el principal problema es que en Chile la norma del agua potable tiene rangos muy bajos. «Es lo que hay. Estamos expuestos a la producción de industrias tan contaminantes como el cobre y el hierro y otros minerales como el aluminio. También está la extracción y depósitos de plomo traídos de Bolivia»:

Agrega que «nosotros debiéramos tener una norma mucho más exigente que mire todos estos aspectos que ahora se pasan por alto, porque la norma chilena actual es prehistórica. En vez de aumentar los parámetros de exigencia los hacen más permisivos. Es lo contrario a lo que ocurre en otros países del mundo más adelantados. Hay que equipararse a los rangos que ofrece la Organización Mundial de la Salud».

Kuzmicic hace referencia al caso ocurrido el año pasado donde un informe de la Armada mostró elevados índices en sulfatos y solutos en el agua de Iquique. El municipio de Iquique pidió un informe independiente a la Universidad de Antofagasta, el cual confirmó las cifras elevadas en los sulfatos y solutos y también encontró uranio en una muestra tomada en Iquique y arsénico por encima de la norma en Alto Hospicio.

El municipio de la nueva comuna de Hospicio pidió otro informe a la Universidad de Tarapacá y este arrojó por tierra los datos sobre la presencia elevada de arsénico en el agua de Alto Hospicio.

Hasta ahí, la polémica se centró en las cifras que pasaban la norma. Sin embargo, la seremi de Salud de la época, Miriam Escobar, afirmó que la presencia de sulfatos sólo implicaban el tema del sabor y el color del agua y no afectaban a la salud de la población. También afirmó que la norma sería elevada en ese puntos y el rango en que se detectaron las muestran quedarían dentro de la nueva legislación. El cambio ocurriría a más tardar en octubre del año pasado. Sin embargo la entrada en vigencia de estos nuevos márgenes aún espera.

Kuzmicic sostiene que la intención de las autoridades de Salud es subir los rangos en sulfatos y partículas disueltas. «Es absurdo que lo hagan porque el resto del mundo quiere equipararse a la OMS que es más exigente».

Pero lo más preocupante, según Kuzmicic es que en Chile no se buscan determinados metales que están asociados a la producción del cobre, como son el antimonio, uranio, banadio y otros elementos radiactivos como el freón que podrían estar en el agua que se bebe en la provincia. Estos elementos si tendrían incidencia en enfermedades como leucemia y los linfomas.

De la misma manera, el concejal hace un llamado a tomar en serio este tema, «que lo hagamos como provincia, que lo vean los parlamentarios. No es posible que nos quedemos tranquilos frente a este tema.

Respecto a los estudios que se comprometieron en el concejo municipal, Kuzmicic, afirma que quedó entrampado en la burocracia municipal. También se perdieron los contactos con los especialistas que vendrían a Iquique.

Eso sí, el alcalde Soria analiza la posibilidad de contratar a un especialista que se dedique en forma exclusiva a este tema.

ALTIPLANO

En tanto que el gerente general de Aguas del Altiplano, Carlos Barboza afirmó que la evaluación que entregó la superintendencia de Servicios Sanitarios, entregó un buen balance para todas las empresas del sector. Este estudio se realiza hace cinco años y ns insta a mejorar.
Respecto a las deficiencias que se mostraron en el informe afirmó que el estándar de revisión es bien alto y se compara con los países desa Nuestro estándar de servicio es bien alto y se compara con los países desarrollados. Es como si en un curso todos tuvieran notas entre el 6,5 y el 7. Todas las sanitarias tuvieron indicadores sobre el 99 por ciento y eso es bueno en un curso.
Sobre la calidad del agua potable en sí, afirmó que no está cuestionado. No hay riesgo para la salud. Los indicadores que están excedidos son indicadores organolépticos que tienen que ver con el sabor y el color y no con riesgo para la salud de la población. De otra manera no sería posible que las autoridades de salud o la misma superintendencia permitieran el uso de esta agua potable. Es más, la nueva norma que entra en vigencia este año, dejarán los indicadores dentro del rango aceptado y cumpliremos en un 100 por ciento con las exigencias.
El mismo informe de la superintendencia estable que Aguas del Altiplano cumplió con el 99% por ciento de los ítemes que evalúan la calidad del agua potable. Y eso uno por ciento que se muestra son los indicadores detectados que tienen que ver con los elementos organolépticos, como son el cloro en Arica y los sulfatos en Iquique.
La presencia de los sulfatos en el agua de Iquique es de 350 partes por millón. La norma chilena actual lo establece en 150. Sin embargo, las modificaciones que se aplicarán este año dejará la norma en el límite de 400 partes por millón debido a que estas cifras no implican daño para la salud.
Al desmenuzar el informe, afirmó que respecto a la continuidad del servicio, las veces que se interrumpe por una rotura de cañería o reparación programada fueron pocas. Este indicador nos afectó por el terremoto y el corte de energía que nos imposibilitó surtir del servicio a Iquique y Alto Hospicio durante tres días. El otro motivo fue que en el 2005 se desarrolló un programa agresivo de reposición de cañerías en mal estado.

SALUD

Por su parte, el seremi de Salud, Antonio Marino, afirmó en forma tajante que el agua potable en Iquique cumple todos los requisitos de consumo humano y que las personas pueden beberla sin temor. «Para eso se toman monitoreos del agua en forma periódica para analizar su composición y todos los rangos están de acuerdo a la norma vigente».

Existen tres niveles de control del agua potable. El primero de ellos es el monitoreo que realiza la seremi de Salud, el segundo recae en la empresa sanitaria que está comprometida a tomar muestras en forma mensual y enviar sus resultados a la autoridad sanitaria. La tercera instancia comprende la propia superintendencia de Servicios Sanitarios.

Miguel Matta Muñoz, quien es el encargado del convenio suscrito entre la superintendencia de Servicios Sanitarios, SISS, y el Sernac, en Iquique, sostiene que se hacen muestreos periódicos durante el año y son los propios especialistas de la SISS que viajan a la zona y sacan las muestras de aguas para luego analizarlas en Santiago.

Todas estas cifras, tanto los datos extraídos por la SISS, la sanitaria y el ministerio de Salud sirvieron para establecer el informe que entregó la superintendencia.

SENADOR

Sobre este mismo tema, el senador por Tarapacá, Jaime Orpis, entregó un voto de confianza a la sanitaria y explicó que si la empresa no mostró sus mejores números frente a sus pares se debe a que «la mochila de la administración pasada era muy grande».

Agregó que «se ha cumplido un año de concesión y eso es muy poco tiempo para ponerse al día en el tema de la calidad del servicio».

A su juicio, los números irán mejorando a medida que avance el tiempo y se solucionen los problemas que la sanitaria heredó de la administración pasada. «Ya en el 2007 debería mostrar índices distintos».

Muestras

El concejal Valdislav Kuzmicic afirmó que lo más preocupante es que los análisis del agua potable no incluye la presencia de elementos como el antimonio, uranio y el freón, elementos que está asociados a la actividad minera.

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